Cuando era adolescente, Lizzie Bravo solía pararse todos los días frente a los estudios Abbey Road en Londres con la esperanza de poder ver a los Beatles. La brasileña llegó a la capital británica a finales de la década de los 60 para trabajar como niñera. Cuando se tomaba descansos, se iba a la entrada del famoso edificio esperando que John, Paul, Ringo o George pasaran por ahí. Y sus deseos no solo se hicieron realidad el 4 de febrero
de 1968, sino que además le valieron un lugar en la historia de la música pop ya que terminó haciendo coros en una versión de la balada de Lennon Across the Universe. La historia, que Bravo relata en el libro “De Río a Abbey Road” suena como el guión de una película para adolescentes. Especialmente cuando Bravo indica que el encuentro se produjo de una manera bastante surrealista. Bravo vio muchas veces a los Bea...lunes, 9 de marzo de 2015
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